6.9.14

Vestimenta para amamantar

Concebimos el vestuario como un objeto con el que nos relacionamos de manera cercana y a través del cual mostramos aspectos de nuestra vida como individuos y de nuestra cultura. Vestirse es una declaración de afinidad o protesta con otros y otras y es una ventana que revela nuestros imaginarios colectivos, permitiéndonos interactuar con las personas, con el mundo; acercarnos o alejarnos.

A través del vestuario reforzamos |o quebrantamos| un sistema de valores, lo llevamos a la cotidianidad y lo distribuimos a gran escala.
Sin duda, mostramos mediante la ropa nuestra intensiones, nuestras posiciones de identificación o de diferenciación. El vestuario nos hace tomar partido. El vestuario habla.

Alrededor de estas ideas hemos desarrollado nuestro trabajo en Comadres. Convencidas que la ropa para amamantar que diseñamos |franelas y camisetas, vestidos y bragas| responde a un fenómeno social y ofrece una respuesta a una necesidad material y de identidad.

Comadres es un espacio para el encuentro. Se sustenta en la poderosa relación que durante miles de años hemos construido las mujeres juntándonos para criar a nuestros hijos e hijas, reproduciendo así no sólo la vida de nuestra especie sino siendo creadoras y guardianas de la cultura. Juntarnos en torno a la maternidad, rescatar prácticas colectivas y ancestrales de crianza significa en nuestra sociedad un enorme acto de resistencia desde lo cotidiano.

Amamantar en nuestra sociedad es casi un reto. Las mujeres que amamantan y lo hacen en libertad se enfrentan a un sistema de valores diseñado e impuesto desde hace más de un siglo por la industria que fabrica las fórmulas infantiles, donde dar tetero es la norma. El amamantamiento ha quedado recluido al ámbito privado, individual.

Diseñamos prendas de vestir para amamantar no sólo para facilitar la lactancia, es decir, hacerla más cómoda, posible en cualquier lugar donde se encuentre la madre, etc., sino para visibilizar el amamantamiento como un hecho social con profundas consecuencias en la vida colectiva.

Nuestra indumentaria es un vehículo de expresión que declara su resistencia a la convención social, a la imposición de un sistema que quiere decidir por nosotras cómo alimentamos, cómo criamos a nuestros bebés. Ofrece a las mujeres que amamantan un mecanismo de comunicación para expresar sus posiciones, sus ideas sobre el amamantamiento, la maternidad, la feminidad.

Los mensajes que llevan algunas de nuestras piezas ponen sobre la mesa un discurso que reivindica el amamantamiento. El mensaje en la ropa potencia su capacidad de volver visible lo invisible, de volver sensible lo significante.

Cuando una mujer o su bebé usa una prenda de vestir que dice: “Mamá que da teta se Respeta”, “Cuido el Planeta, tomo teta”, “100% Natural, Pura leche de mamá, o “Sólo tomo teta, Por favor no insista”, lleva a su entorno cotidiano (familia, comunidad o personal de salud) un mensaje claro y contundente.

Nuestra intención es que el enorme trabajo que realizamos día a día millones de mujeres reproduciendo y amamantando a nuestros hijos e hijas, sea visibilizado, estimado y valorado como expresión del bienestar colectivo; en definitiva sea reconocido como un acto político.

No hay comentarios:

Publicar un comentario